
Durante años, nadie volvió a saber nada de los cangrejos, parecía que habían desparecido, pero fue a partir a finales de los 70 cando empezaron a abundar en las aguas rusas y a partir de los 90 empezó el sprint de su avance hacia el sur y hoy ha llegado ya la costa de Noruega más de 600 kilómetros al sur. Se estima que sigue avanzando a un ritmo de 50 kilómetros al año. Algunos expertos creen que se quedará en las aguas del norte, pero otros piensan que puede llegar tan al sur como el Estrecho de Gibraltar.
Se trata de un cangrejo que puede llegar a vivir 25 años, tiene un envergadura 1.50 m (de pata a pata) y que pesa unos 8 kilogramos. Es una especie originaria del mar de Bering en el Pacífico, donde paradójicamente sus capturas están decayendo y algunos alertan del riesgo incluso de extinción. Sin embargo se ha adaptado a la perfección al mar de Barents, donde al no contar con depredadores naturales se ha convertido en una especie de plaga.

Los cangrejos están protegidos por un acuerdo bilateral entre Noruega y Rusia, y es una comisión bilateral la que fija las cuotas, siendo la rusa de unos 3,000,000 de cangrejos frente a los 300,000 de la noruega.
El gobierno noruego que durante años ha dudado entre considerar el cangrejo una peste o un recurso, ha decidido finalmente actuar e intentará evitar su expansión más alla del Cabo Norte, cabo a partir del cual Noruega dispone del control total de la gestión de sus pesquerías. De manera que las capturas realizadas antes de llegar a este cabo se regiran por las cuotas, pero más al sur se puede pescar tanto como se quiera en un intento de exterminarlo, si fuera posible. Algunos ecologistas y pescadores piensan que debería ser así en toda la costa de Noruega.
Mientras tanto los pescadores afortunados con una parte de esa cuota están ganando una cantidad de dinero considerable, un cangrejo se llega a pagar a 10 dólares en las lonjas, sin embargo los que no son autorizados a pescarlo ven como sus capturas van decreciendo y el cangrejo daña sus redes con sus grandes pinzas (que pueden llegar a cortar un dedo humano en un descuido, no en vano la pesca de este cangrejo es considerada una de las más peligrosas).
Por otra parte pese a la devastación del fondo marino, el cangrejo rey es un manjar suculento, sus patas son consideradas una delicatessen en Japón y América e incluso en Oslo se llega a pagar el equivalente a más de 100 dólares el kilo. Servido con pan, mantequilla, limón y mayonesa, el gusto y textura de su carne es comparable al de la mejor langosta.
PS: Por cierto estos cangrejos también han llegado a las Islas de Svalbard, de las que ya hablamos en este blog
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Me encantan los cangrejos, pero de ese tamaño no sabía que existían, creo que es demasiado cangrejo para mi. Un beso.
ResponderEliminarHola Ana,
ResponderEliminarPues si te gustan los cangrejos, si es cocinados estos parece que son espléndidos, si es para jugar... estos parecen un poco peligrosos ;-)
Besos.