lunes, 8 de marzo de 2010

Centralia, el pueblo que arde bajo los pies

Un día de 1979, Centralia se dio cuenta de la verdadera magnitud del peligro que llevaba años ardiendo bajo sus pies. El propietario de una de las gasolineras del pueblo introdujo una vara metálica en uno de los tanques subterráneos para comprobar su nivel de combustible. Lo había hecho mil veces, pero esta vez le sorprendió lo caliente que estaba la vara cuando la sacó. Desconcertado, decidió comprobar la temperatura con un termómetro... Algo raro sucedía, al sacarlo, el termómetro marcaba 78°C.

Cartel que advertía del fuego
Nadie sabe con total seguridad como empezó el principio del fin para Centralia. Aunque parece ser que fue en mayo de 1962 en un vertedero de basuras situado a las afueras del pueblo. Como hacía todos los años, el ayuntamiento había contratado los servicios de una empresa de control de incendios para que limpiara el vertedero municipal. Otros años, cuando el basurero se encontraba en otro lugar, no había habido problemas. En 1962, sin embargo, el basurero ocupaba una antigua mina a cielo abierto abandonada.

Centralia, como la mayoría de ciudades del noreste de Pensilvania, se había dedicado durante mucho tiempo a la minería de la antracita. En 1962, con el progresivo abandono del carbón como medio de calefacción en favor del gas y petróleo, la mayoría de las minas comenzaron a dejar de ser rentables y comenzaron a abandonarse. Sin embargo, Centralia aún contaba con una población de unas 1.400 personas.

Como habían hecho otras veces, los bomberos amontonaron la basura en uno de los rincones del vertedero y la prendieron fuego dejándola arder durante un rato. Después, apagaron las cenizas con una manguera. Era lo habitual, pero esta vez, el fuego parece ser que no se extinguió correctamente, sino que siguió ardiendo en el subsuelo y llegó a través de un agujero hasta una mina abandonada de carbón vecina. Antes de entrar en funcionamiento, el vertedero había sido inspeccionado para asegurarse que todos los agujeros de antiguas prospecciones que había en el suelo hubieran sido sellados con material incombustible para evitar, precisamente, esto. Sin embargo, al parecer, nadie reparó en el agujero por el que el incendio se extendió hasta la mina.

Centralia en 1906
En un principio, el fuego podría haber sido extinguido fácilmente, simplemente, excavando totalmente la zona afectada. Según parece, un ingeniero de minas se ofreció a hacerlo por tan sólo 175 dólares. Más tarde, otro minero del pueblo también se ofreció y, aún más barato, sólo a cambio de una parte del carbón. Sin embargo, el incendio había pasado a convertirse en un asunto estatal y una maraña burocrática impedía tomar las decisiones de forma rápida. A medida que pasaba el tiempo, el fuego más se extendía y la posible solución más se encarecía y se complicaba.

En julio de ese año, el Departamento de Medio Ambiente llevó a cabo una serie de sondeos para comprobar el alcance y la temperatura del incendio. Algunos, sin embargo, piensan que estas perforaciones no hicieron sino que ayudar a la combustión al proporcionarle una vía de aire natural. También, son muchos los que critican la manera, un tanto desorganizada, como se llevó la lucha contra el fuego. En muchos casos, las zanjas se excavaban guiándose por el humo que se desprendía del suelo, cuando lo más normal hubiera sido realizar antes unas perforaciones para determinar cuál era el lugar más adecuado.

A menudo, pasaba que cuando se acababa de excavar una zanja, el fuego ya había pasado al otro lado. Tony Gaughan, autor del libro “Slow Burn”, culpa del fracaso de esta estrategia a la lentitud con la que se llevaban a cabo los trabajos. Se empleaba un único turno, en vez de tres, que además guardaba todas las fiestas y puentes. Un ritmo más propio de un trabajo rutinario que de una emergencia.

El 22 de mayo de 1969, tuvieron que ser evacuadas las tres primeras familias de Centralia. Ese mismo año, se comenzó a probar una técnica diferente: inyectar agua con cenizas volantes, arena húmeda y arcilla sobre el incendio para formar una barrera que bloqueara el paso del oxígeno y “ahogara” el fuego. Al mismo tiempo, se estaba excavando una pequeña trinchera que podía haber puesto la situación bajo control. Sin embargo, parece ser que un problema para la asignación de fondos entre el gobierno del estado y el condado retrasó los dos intentos. Mientras, el fuego seguía extendiéndose.

Una de las minas de carbón en 1864
Otra explotación minera en 1963. Originales en OffRoaders.com
Aunque, en un primer momento, la mayoría de los habitantes de Centralia habían preferido ignorar la existencia del fuego y minimizar su verdadera magnitud. Las cosas cambiarían durante la década de los 70, cuando el monóxido y el dióxido de carbono comenzaron a entrar en las casas y la gente comenzó a caer enferma. La temperatura en los sótanos de muchas casas era tan alta que no necesitaban caldera de agua. El Departamento de Medioambiente de Pensilvania reaccionó instalando detectores de gases en la mayoría de los hogares de la zona más caliente. Pero a pesar de la gravedad de la situación, algunos vecinos rechazaron la instalación de los detectores. No querían ser esclavos de una máquina, aseguraban. Otros, sin embargo, prefirieron comprar canarios.

En 1980, después de casi 20 años, el fuego seguía quemando y se tuvo que trasladar a otras 27 familias fuera del pueblo. Pero fue al año siguiente cuando un accidente hizo saltar hizo saltar las alarmas definitivamente. Fue el 14 de febrero, cuando la tierra se abrió bajo los pies de Todd Domboski, un niño de 12 años. Era un agujero de más de un metro de diámetro y de unos 46 de profundidad. Afortunadamente, Todd pudo agarrarse a unas raíces hasta que fue rescatado por su primo. De haber caído hasta el fondo, habría muerto casi de manera instantánea a causa de la gran cantidad de monóxido de carbono acumulada en la parte más profunda. El hundimiento del terreno y la formación de cavidades era otro de los peligros con los que el incendio amenazaba al pueblo, a medida que el carbón quedaba reducido a cenizas.

El incidente, que atrajo la atención de los medios a nivel nacional, acabó por dividir a Centralia en dos. A un lado, los partidarios de la evacuación del pueblo y, al otro, los que no querían marcharse. En 1983, un estudio independiente aseguraba que el incendio era mucho mayor de lo que se creía y ya había llegado al subsuelo del pueblo. Se recomendó la excavación de una trinchera que cruzara la ciudad de norte a sur, dividiéndola en dos, el coste era de unos 62 millones de dólares y no se tenía garantía de éxito. La otra opción, excavar totalmente la zona afectada, era más segura, pero su alto coste, más de 650 millones, la descartaba.

Tramo abandonado y humeante de la Ruta 61
Centralia, con calles, pero casi sin casas. Vista en Google maps
Ante esta situación, finalmente el gobernador planteó un plan voluntario para el desalojo y compra de todo el pueblo. La propuesta se votó en referéndum y los propietarios de Centralia la aceptaron por 345 votos a favor y 200 en contra. El Congreso de los Estados Unidos aportó los 42 millones de dólares necesarios para comprar todas las casas, demolerlas y reubicar a los vecinos. Hasta la fecha se llevaban gastados, intentando controlar el fuego, unos siete.

La mayoría de los vecinos, más de 1.000, fueron realojados en los pueblos cercanos de Mount Carmel y Ashland. Se demolieron más de 500 edificaciones. Sin embargo, unas pocas familias, 63 vecinos, prefirieron quedarse, no estaban dispuestos a abandonar sus casas, pese a las advertencias oficiales. No creían que el fuego constituyera un peligro real para la parte de la ciudad en la que ellos estaban. Además, eran bastantes los que creían que todo era un complot del gobierno y las compañías mineras para arrebatarles sus derechos mineros, que ellos habían estimado podrían estar en torno a varios miles de millones de dólares. Después de todo, ¿por qué el gobierno, que sí que fue capaz de extinguir un fuego similar en un municipio cercano, descartó el empleo de esos métodos en Centralia?

Locust Avenue en 1983 y 2001. Autor David DeKok
East Center Street en 1986
East Center Street 20 años después, 2006. Más fotos del antes y el después en OffRoaders.com
La primera casa fue derribada en diciembre de 1984. Para entonces, había fuego debajo de unas 140 hectáreas. Para 1991, ya eran 250 el número de hectáreas afectadas. Ese año, el gobierno del estado compró otras 26 casas situadas al oeste de la ciudad, junto a la Ruta 61. Al año siguiente, 1992, el gobernador de Pensilvania decidió expropiar el resto de casas y terrenos que quedaban al considerar que el fuego se había convertido en un peligro demasiado grande. Los irreductibles vecinos que quedaban recurrieron la decisión ante la justicia, pero fracasaron. Sin embargo, no se marcharon, se quedaron convertidos en ocupas en lo que habían sido sus hogares, aunque con la ventaja de no tener que pagar impuestos ni tampoco renta ya que las casas ya no eran suyas.

En 1997, sólo quedaban 44 personas, una población que iría menguando poco a poco desde entonces. En 2000 ya eran sólo 21 personas de 7 familias las que ocupaban 10 casas. Cuatro años más tarde, había una casa y tres habitantes menos.

En la actualidad, no existe ningún plan para combatir el fuego, por lo que sigue extendiéndose sin control. Se espera que dentro de unos 100 años alcance las 1.500 hectáreas. Las predicciones son que, a partir de entonces, todavía arda otros 150 años más hasta quedarse sin combustible. Sobre la superficie, Centralia tiene más la apariencia de una campiña con calles asfaltadas que de pueblo. Sus calles y aceras se encuentras cubiertas por la maleza, aunque hay algunas que parecen haber sido segadas y limpiadas. Han crecido árboles nuevos y apenas quedan unas cuantas casas en pie, de las cuales sólo cinco están ocupadas, además de un edificio municipal. El resto de edificios han sido demolidos por la acción del hombre o de la propia naturaleza. Un de las iglesias del pueblo –llegó a haber once–, que no está afectada por el incendio, continúa celebrando los servicios dominicales y también se encuentran en buen estado los cuatro cementerios.

A simple vista, los únicos signos visibles del fuego que quema bajo tierra son varias chimeneas metálicas en la parte sur del pueblo, además de las señales que avisan del peligro por fuego subterráneo, suelo inestable o el monóxido de carbono. También en la parte sur, puede verse humo y vapor saliendo de un agrietado tramo de la Ruta 61 y a través de las numerosas grietas que hay por toda la zona próxima. Después de varias reparaciones, este tramo de la autopista fue cerrado al tráfico a mediados de los 90, cuando se construyó un desvío para evitar la zona problemática (ver mapa).

Gases del incendio saliendo del subsuelo
Una de las chimeneas cerca del cementerio de Oddfellows. Original Donald Davis en OffRoaders.com
Después de años de retraso, el gobierno de Pensilvania parece estar decidido a acabar con la situación de la docena de irreductibles que aún resiste en el pueblo, desalojándolos y demoliendo lo que queda de la ciudad. Algunos no le dan mucha importancia a este intento y creen que no pasará nada como la otra vez. Especialmente, los mayores creen que podrán acabar sus días en el pueblo que les vio nacer.

De todas maneras, se espera que muchos de los antiguos vecinos regresen al pueblo en 2016, aunque sólo sea por un día, para abrir una cápsula del tiempo enterrada en 1966 cerca del monumento a los veteranos.

PS: En 2002, el servicio nacional de correo de Estados Unidos revocó el código postal de Centralia, el 17.927.

¡Muchas gracias a KilFer por descubrirme el tema!

Enlace permanente a Centralia, el pueblo que arde bajo los pies

+posts:
- Dust Bowl, las tormentas que arrasaron las Grandes Llanuras
- La heroica cuarentena de Eyam contra la Peste
- Salton Sea, un mar creado por accidente
- El pozo con el que comenzó la industria del petróleo de Estados Unidos
- Una cabina en medio del desierto

+info:
- Centralia en es.wikipedia.org y en.wikipedia.org
- Centralia Pennsylvania in OffRoaders.com
- Few Remain as 1962 Pa. Coal Town Fire Still Burns in abcNews
- Centralia in Everything2.com
- Fire in the Hole in Smithsonian.com

40 comentarios:

Anónimo dijo...

Post alucinante, como siempre.
Felicidades.

Fernando da Casa dijo...

Pues, en alguna medida, se parece a lo que ocurre en las Tablas de Daimiel.
Se ve que no aprendemos...

Bovolo dijo...

Gracias, Jacob. !Bienvenido!

Fernando, pues sí, creo que es similar al de la Tablas. He encontrado este artículo. Aunque parece que está en vías de solución, según este otro.

Esperemos que el incendio no haya producido daños no reparables.

Curiosamente, la opción de la inundación, según una de las fuentes, también se barajó como solución para Centralia. Pero parece que se descartó por lo complicado de inundar un área tan grande y con tantos túneles como era el subsuelo de Centralia.

Supongo que no es lo mismo que inundar algo que ya tendría que estar inundado como las Tablas.

Un saludo!

Javier dijo...

Problemas que inicialmente se podían haber resuelto de forma eficaz y barata... se metieron por medio las distintas Administraciones y el resultado es que no se ha arreglado y el coste todavía no se sabe a cuánto ascenderá.

KilFer dijo...

No, las gracias a tí por hacer entradas tan interesantes para los demás ;)

Bovolo dijo...

!Cuanta razón llevas, Javier!

En general, casi todas las fuentes critican lo mal que se llevó la situación por parte los poderes públicos. El gobierno del estado, el ayuntamiento, que algunos acusan de haberse lavado las manos...

Saludos!

Bovolo dijo...

Kilfer y a vosotros por leerlas ;-)

Si no, no creo que las escribiera :-(

Un abrazo!

Anónimo dijo...

Buen artículo y detallado, aunque ya supongo que sabrías de la existencia de http://www.fogonazos.es/2007/03/centralia-la-boca-del-infierno.html acerca del mismo tema. Todo un clásico. ¡Saludos!

Bovolo dijo...

Gran artículo el del maestro Aberron ;-)

Después de la sugerencia de KilFer di con él. Aunque me apetecía revisitar Centralia.

Saludos!

Anónimo dijo...

La intriga que me queda siempre en casos como este es si se depuraron responsabilidades. Sí, lo sé, se trata de un lamentable accidente y todas esas cosas, pero, finalmente, y los unos por los otros, la casa sin barrer. Saludos,

Bovolo dijo...

Max, ahora no lo encuentro. Pero en algún sitio hablaba mal de uno de los implicados.

Uno que luego había llegado al congreso o al senado.

Saludos!

Jeshua_Morbus dijo...

Y yo que considero a mi hermano pequeño como vago cuando le digo que haga cosas y siempre me resonde con un "ahora voy" que nunca cumple XD

Interesante artículo ^_^

Bovolo dijo...

Jajaja!

Jeshua, al leer tu comentario, me ha venido a la cabeza una palabra: procastinación.

Aunque lo de tu hermano, puede tener otras motivaciones ;-)

Saludos!

Angel L. dijo...

Interesante artículo, lo que me sorprende es que no se halla solucionado a lo largo de tantos años. Me imagino que habría algún trasfondo social en el tema ya que no es normal que aun siga el problema.

Bovolo dijo...

Ángel, creo que todos llegaron a la conclusión que era más fácil, seguro y barato mover a la gente que luchar contra el incendio.

Corrijo, todos, menos los irreductibles que prefirieron quedarse.

Un saludo!

soul groover dijo...

Muy interesante, habia visto antes un documental sobre centralia, no me acuerdo donde...impactante la estupidez humana...otra gran cicatriz para nuestro pobre planeta.
Gracias por otro post, ya te echaba de menos! un abrazo

Bovolo dijo...

soul groover, unos por otros, se acabó liando parda ;-)

Sí, últimamente, me he visto forzado a bajar el ritmo de publicación :-( Entre que el desarrollo algún post que se me ha alargado y otros asuntos...

Saludos! Gracias a ti por volver ;-)

PEDROHUELVA dijo...

caramba, nunca imagine que esto pudiera ocurrir.

muy interesante y amena , la entrada.

gracias y saludos.

Bovolo dijo...

¡Bienvenido, Pedro!

Por cierto, tienes una mano tan grande como la del Coloso de Constantino ;-)

Saludos!

Golias dijo...

Siempre me ha apasionado este tema. Lo que pasa es que Centralia es el fuego más espectacular, porque está en un estado bien conocido de un país más que bien conocido. Por otro lado, los fuegos de carbón son muy comunes. En China hay literalmente centenares de ellos, alguno que lleva ardiendo desde el siglo XIX. En Australia, en Burning Mountain, se inició un fuego de forma natural, y ha estado ardiendo durante unos 6.000 años de forma continua.

Tienes información sobre todo esto en http://en.wikipedia.org/wiki/
Mine_fire#List_of_mine_fires, y Burning Mountain tiene también su entrada propia.

Un saludo y gracias por seguir con el buen trabajo.

Carlos OC dijo...

Tengo entendido que el incendio de las tablas de Daimiel se ha extinguido gracias a las lluvias de este invierno, que por otra parte han sido desastrosas para muchisima gente.
De no haber sido asi, estoy seguro de que en EJSPÁAAAÑA hubieramos ganado por goleada a los burocratas de esta historia.

salu2!

Bovolo dijo...

Muchas gracias, Golias, por los links.

La verdad que raíz de Centralia dí con esos otros casos;-)

Los chinos, según parece, son todo unos expertos en apagar este tipo de incendios por lo que tú dices, que hay muchos allí.

Orayo, hubiera sido mejor que hubiera llovido moderadamente. Según pone el artículo de el mundo. Aparte de las lluvias también hizo falta una trasvase de urgencia, aunque si no hubiera sido por las lluvias no estoy seguro de donde hubieran podido sacar el agua.

Nos han fastidiado la historia, Españalia, el país que arde bajo los pies ;-) Afortunadamente!

Saludos, majetes!

Alex Maladroit dijo...

Llevo como un mes leyéndote, y aún no me he dignado a comentarte nada... fascinante blog, lástima que no tengas subcontratados a un equipo de coreanos para que puedas publicar más frecuententemente.

¡Haxa salú!.

Bovolo dijo...

Bienvenido, Alex!

Jajaja! Sí, si hasta Alejandro Dumas tenía "negros". Aunque en su caso, no eran coreanos (ver noticia Alexandre Dumas utilizó un «negro» para escribir «Los tres mosqueteros»").

La verdad, que a veces voy un poco justo de tiempo.

Aunque también va bien hacerse esperar y no saturar a los lectores ;-) Y cocer las historias a fuego lento.

Un saludo y espero leerte más por aquí!

Vida Dospuntocero dijo...

Centralia es uno de esos sítios tan "especiales" de los que nos gusta leer en un post.

Yo también hablé del pueblo el año pasado en mi blog, pero no es tan completo como el tuyo ;)

http://vida2punto0.blogspot.com/2009/06/centralia-la-caldera-del-infierno.html

Carlos dijo...

A pesar de que lo han dicho todo, no puedo dejar de mencionarlo: una situación que pudo ser evitada a tiempo.

Gracias Bovolo, buenísimo como siempre.

Bovolo dijo...

Vida2.0, pues lo leí, pero no lo recordaba :-( Recuerdo que, además, nos prometiste que sería ese post sería el primero de toda una serie ;-)

Gracias, Carlos. Pues lamentablemente para la gente de Centralia en especial, creo que llevas razón :-(

Un saludo!

Pumuky dijo...

Buenas de nuevo GRAN BOVOLO.
He estado unas semanítas de vacaciones (sólo de blogs,pues currar he currado).
Aunque tenía conocimiento de este caso,tú actualización es de 5*.
Gracias por tu inmensa labor,un saludo y un fuerte abrazo.

Bovolo dijo...

Se te echaba en falta por aquí, Pumuky.

Y más, si cabe, en una historia que comienza en una gasolinera ;-)

Un abrazo, majete!

PS: lástima que no hayan sido vacaciones totales :-(

Tripiyon dijo...

Al leer el artículo también me han venido a la cabeza las Tablas de Daimiel.


Muy interesante como de costumbre. Lo que más me ha llamado la atención es que en un país tan grande y con tantos recursos para otras cosas, hayan dado lugar a esto.

Un saludo
Tripiyon

Jelens dijo...

Da algo de reparo estar viviendo encima de toda esa "fogata" en plena faena... ¿no?
Ufff, a mí me daría un pasmo!

Bovolo dijo...

Tripiyon, llevas razón en lo de las Tablas. En los anteriores comentarios se habla un poco del tema.

En cuanto a lo de los recursos, según parece valoraron que era más costoso, si mover la gente o apagar el fuego. Ganó lo primero :-(

Jelens, desde luego. Pero, aparte del fuego, el peligro de acabar intoxicado con los gases en casa o estar paseando y que la tierra se te tragara...

Vaya, como para no poder dormir muy tranquilo ;-)

Saludos!

liulina dijo...

caray.. alucinante esta historia.. parece mentira que después de 40 años siga ardiendo.. y que duro para todos los habitantes dejar sus casas y en definitiva sus vidas alli por una incompetencia de otros.. por una parte entiendo a los que quisieron quedarse, a pesar del peligro que supone. Yo desde luego tengo claro que me acabaría yendo. Un saludo bovolo, tan interesante como siempre :)

Bovolo dijo...

Liulina, sí, lo más sensato sería irse. Además el pueblo quedó en un estado un tanto deprimente y ver desaparecer las ruinas entre la maleza sería casi más duro :-)

Un placer que te haya gustado, gracias por comentar.

matfac dijo...

Es triste ver que todo ese carbón aprovechable se deja quemar... Y qué negligentes y lentas son las autoridades para tratar con esto.
De todos modos, tienes un nuevo lector habitual.

Bovolo dijo...

Bienvenido, Matfac!

Al menos, el desastre de Centralia ha servido para algo bueno, traerte a ti por aquí.

Saludos!

Anónimo dijo...

..Pues si esta historia nos parece impactante imagínense como será cuando la mayor parte de la tierra arda en llamas, porque no es un cuento....

Por si aun no saben la existencia del Crater de Darvaza, este es aun mas impresionante, y como siempre se origino de una burrada de la humanidad, esta vez los protagonistas fueron los sovieticos....

Pues resulta que estando en una investigacion su equipo fue soterrado por un aparente derrumbe, que en realidad se trataba de una cueva subterránea llena de gas natural, cuando se dieron cuenta se les ocurrio la maravillosa idea de prenderle fuego pensando que asi se consumiria el gas...ya pasaron mas de 40 años.

Si una ciudad fue incendiada por un pequeño fuego de un basurero se imaginan lo que debe estar ocasionando este crater de Darvaza que continua ardiendo mas que nunca y que de seguro ya habra hecho conexiones internas con otros elementos ardientes de la tierra alreredor del mundo...y ahi esta,sin que nadie le tome ninguna importancia, de hecho no hay mucha informacion al respecto, no es broma la tierra ardera...

Asi que, encomendemonos a Dios, porque no hay marcha atrás...

Felicito a quien hizo este blog y a los que se han interesado en él...muy bueno.

Bovolo dijo...

Impresionante lo de ese cráter, post obligado ;-)

Muchísimas gracias por compartirlo con nosotros.

Un saludo y bienvenido!

anndiz dijo...

Muy interesante. Lo que no entiendo es que, si la temperatura subterránea es tan alta, haya vegetación. Las raíes de los árboles no aguantan tanto calor, y se secan. Sin embargo, en las fotos se ve que hay bastantes árboles.¿?. Saludos

Bovolo dijo...

Buen punto, anndiz.

Me imaginó que las zonas en las que hay vegetación, serán las menos afectadas por el incendio
(como en las que aún "resiste" gente). Y en las que están afectadas por el incendio, será que en las capas más superiores la temperatura no es tan alta.

Elucubrando un poco ;-). Bienvenido!