miércoles, 18 de febrero de 2009

La casa en las nubes de Thorpeness

Desde lejos la visión de la casa es un tanto desconcertante: un “cottage” que parece flotar por encima de los árboles que lo rodean. Aunque cuando uno se acerca se descubre todo, se descubre que no se trata más que un ingenioso engaño para disfrazar una torre de agua de casita de madera y así no arruinar el paisaje de Thorpeness, un pueblo de vacaciones con un toque de cuento de hadas, en el que la casa no es lo único que no es lo que parece.

La casa desde cerca, foto Ian Davey, más fotos en Suffolk Cam

Thorpeness es un sitio realmente sorprendente, aunque bastante desconocido incluso en Gran Bretaña. Su promotor fue Glencairn Stuart Ogilvie, un abogado y dramaturgo escocés que pertenecía a una familia adinerada. Su padre, Alexander, fue uno de los pioneros del ferrocarril en 1858 y había amasado una buena fortuna gracias a él. A comienzos del siglo XX, Glencairn heredó de su familia la finca de Sizewell junto con lo que era en aquellos tiempos sólo un pueblecito de pescadores, Thorpe. Ogilvie rápidamente escogió el lugar para crear un pueblo de vacaciones para gente de clase alta. Su ambición era crear un lugar divertido, seguro y sano, casi un paraíso inglés, en la costa de Suffolk. Ogilvie era íntimo amigo del escritor J.M. Barrie, creador del personaje Peter Pan, y tomó prestados algunos de los personajes y escenarios de sus libros para crear algunos de los lugares más fantásticos de su pueblo.

Ogilvie quería construir un perfecto pueblo tradicional que sirviera de refugio de los horrores de la vida en las ciudades “modernas” industriales. El pueblo se construyo siguiendo la imagen utópica y bucólica de la Inglaterra pastoril de algún momento de la historia, posterior a la Edad Media y anterior a la Revolución industrial, que tal vez jamás existió. Esa concepción de Inglaterra era conocida como “Merry England”, una mezcla de nostalgia, sentimientos y política. Frederick Forbes-Glennie y William Gilmour Wilson fueron los arquitectos escogidos para construir este paraíso del romanticismo inglés.

La casa desde el “Meare”, foto original de NSC

Una de las mayores extravagancias que Ogilvie ideó para Thorpeness es el “Meare”, un lago artificial de 260.000 metros cuadrados que fue creado mediante la anegación de campos abiertos en 1910. En este lago se pueden encontrar, entre otros, la casa de Wendy o la guarida del Dragón, o una cueva de contrabandistas que recuerda la morada de Titania en el “El sueño de una noche de verano” de Shakespeare. En torno al “Meare” se construyeron casas, la mayoría de las cuales siguiendo el estilo “Tudor revival”, que les da una apariencia campestre y muy típicamente inglesa. También se construyeron un club de campo de estilo colonial y un campo de golf.

El pueblo fue diseñado para ser gestionado como un negocio. Cuando se abrió al público, en la década de 1930, los anuncios destacaban que el “resort” estaba pensado para satisfacer todas las necesidades del visitante. Los alojamientos iban desde pequeñas cabañas “para luna de miel” a grandes casas con hasta 8 y 9 dormitorios. Era un pueblo pensando para toda la familia, por un lado, era un capricho fantástico para niños, a los que ofrecía la posibilidad de revivir las aventuras de sus libros favoritos, y por otro, un idílico lugar de recreo junto al mar para los padres sin las masificaciones de otros lugares similares. El club de campo se esforzaba en mantener a los niños entretenidos y a los padres tranquilos, organizando búsquedas de tesoros, mini-regatas y otros deportes al aire libre para los más jóvenes.

En 1923 se pondría la primera piedra de la segunda excentricidad de Thorpeness, la “Casa de las Nubes”. El pueblo necesitaba un depósito elevado para el suministro de agua. Un edificio de este tipo, una torre de agua, suele ser una estructura difícil de ocultar y visible en kilómetros a la redonda, sin embargo, lo que podía haber arruinado la cuidada estética de este pueblo de cuento de hadas, se convirtió en un atractivo más. Glencairne, con la colaboración del arquitecto Forbes Glennie y del jefe de la obra, H.G. Keep, tuvieron la brillante idea de “disfrazar” el depósito de casa, una casa que se asoma por encima de los árboles que la rodean a unos 12 metros sobre el suelo, y que hace en total 21 metros de altura.

El depósito tenía una capacidad de unos 1900 hectolitros y era capaz de bombear unos 68 Hl a la hora desde un pozo cercano, gracias a un pintoresco molino de viento del siglo XIX, que se hizo traer de la vecina Aldringham. Lo que desde lejos parecía una casita era de hecho sólo la cuba de la torre de agua, la verdadera parte habitable del edificio se encontraba debajo de ella. Esta parte, compuesta por cinco plantas, se consiguió al cerrar con paneles de madera la estructura metálica que soportaba la casa. Sus muchas ventanitas permitían la entrada de la luz, ventilación y ofrecían bonitas vistas sobre la región, en el momento de su construcción esta parte de la casa contaba con 7 dormitorios y 2 salones.

El molino de Aldringham, foto de Ian Davey, más fotos en Suffolk Cam

Durante la Segunda Guerra Mundial el depósito sufrió daños importantes. Una batería anti-aérea Bofors alcanzó de manera accidental a la casa, cuando disparaba a una bomba V1 alemana que pasaba a baja altura. Las posteriores obras de reparación redujeron la capacidad del depósito a 1135 hectolitros.

En 1963 empezó el fin de la casa como depósito. El pueblo se conectó a la red general de suministro de agua y se dejó de bombear agua desde el molino. Aunque la cuba se seguía utilizando para almacenar agua.

En 1972, tras la muerte de Alexander Stuart Ogilvie, nieto del creador del pueblo, muchas de las casas, así como el club de campo y de golf tuvieron que ser vendidos para pagar el impuesto de transmisiones. Hasta entonces, la mayoría de las casas que se habían vendido, había sido a amigos de la familia como casas de veraneo. El pueblo dejaba de ser así un pueblo privado y dejaba de estar controlado por la familia Ogilvie. La casa de las nubes permanecería en manos de la familia hasta 1977, cuando la empresa de la familia Ogilvie, Thorpeness Estates, fue liquidada definitivamente y el depósito pasó manos privadas.

Las casas de estilo Tudor, foto Ian Davey, más fotos en Suffolk Cam

Dos años después, en el 1979, se quitó el tanque de agua de la parte superior y su espacio fue ocupado por una esplendida “habitación” con vistas. En 1987 la casa que hasta entonces se conocía como Gazebo, empezó a ser conocida con el nombre actual de “House in the Clouds”. La autora de ese nombre fue Malcolm Mason, otra escritora de libros infantiles y amiga intima de la familia Ogilvie que fue su primera ocupante.

En la actualidad, la casa sólo conserva 5 dormitorios de los 7 que tenía originariamente, tiene 3 baños, y la habitación con vistas a la que se accede tras subir 68 escalones. La casa se puede alquilar una semana por un precio que oscila entre los 2000 euros de la temporada baja y los 3000 de la alta.

Interior de la casa, foto original the House in the Clouds

Por lo que respecta al pueblo, sigue siendo un pueblo de veraneo con una población de unas 400 personas en invierno que llega a 1600 en los meses de verano. En los últimos años una nueva compañía se ha hecho cargo del club de campo, el pub, la tienda y el club de golf. Con todas las atracciones del pueblo controladas por el Thorpeness Hotel, Golf & Country Club, se está llevando a cabo un renovación de las instalaciones con la intención de recuperar parte del glamur perdido.

La familia Ogilvie sigue teniendo una fuerte presencia en el pueblo y muchas de las familias que acuden a pasar sus vacaciones, lo llevan haciendo desde hace varias generaciones. Muchas de las familias de los trabajadores que ayudaron a construirlo también siguen en él. La exhibición de fuegos artificiales y la regata en el Meare a finales de Agosto sigue siendo un día señalado que atrae gran número de visitantes.




Thorpeness Mere Suffolk and Horsey Mill Norfolk, ver vídeo en youtube.com

PS: Pese a las preocupaciones de Ogilvie por las cuestiones paisajísticas, en la actualidad se encuentran a menos de dos millas de su pueblo de cuento dos reactores nucleares, los de Sizewell, uno de ellos construido en los 60 y en fase de desmantelamiento, y el otro, el más reciente de los que funcionan hasta la fecha en el Reino Unido, en los 90. Por si fuera poco, se está estudiando la construcción de un tercero. La presencia de este complejo sin duda no ha ayudado a popularizar Thorpeness como destino de vacaciones.

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+info:
- Thorpeness: Five go mad in Neverland in The Independent
- House in the Clouds official home page
- The History of Our Village, Thorpeness in The Dolphin Inn home page
- Thorpeness in en.wikipedia.org

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Un poco me recuerda a Portmeirion (http://en.wikipedia.org/wiki/Portmeirion), esto es, un lugar apartadillo en el que los elementos arquitectónicos y ambientales hacen que todo sea más agradable.

En comparación con los resorts actuales, es muy agradable (la verdad, me da tirria cualquier lugar denominado como "turístico" ^_^UUU).

Lindo pueblo y buena entrada ^_^

Bovolo dijo...

Gracias Jeshua,

Sí, ese otro pueblo también lo conocía. Lo tenía en la recámara ;-)

El vídeo transmite paz y tranquilidad, no se si es por la musiquilla ;-)

Saludos!

Tripiyon dijo...

Por lo que se ve era un precursor de los parques temáticos que tenemos ahora.
Todo un detalle el de disfrazar el depósito de agua. Muy bueno.

Saludos
Tripiyon

Bovolo dijo...

Queda original ;-) Tripiyon, sí era una especie de parte temático familiar.

Un saludo!